La joven que fue operada por un quiste en la cabeza fue dada de alta. Los vecinos de su barrio le brindaron una cálida bienvenida. Entre miles de mensajes, recibió uno de su ídolo: Lucas Martínez Quarta
Agustina Wisner, la joven olavarriense que este viernes tuvo que someterse a una operación por un quiste en la cabeza, volvió este martes a su casa. Ella y su novio, Franco volvieron al barrio de la familia de Agustina, donde los vecinos les dieron una cálida bienvenida. Y entre todos hubo uno que la conmovió: el del jugador de River, Lucas Martínez Quarta.
“Me recibieron con globos, carteles y aplausos. Fue hermoso”, cuenta Agustina en una charla con Infoeme, que afirma haberse sentida muy contenida por sus familiares y vecinos. “Mi hermanito de 8 años también se rapó, me esperó peladito”, dice.
El martes pasado, después de una tomografía de rutina, el médico de Agustina le informó que tenía un quiste en la cabeza que requería una operación de urgencia. Tres días después, estaba acostada en una camilla del quirófano. “Fue todo muy rápido, fueron días muy difíciles, pero tuvieron recompensa”, dice Franco, su novio, que estuvo desde un primer momento al lado de la joven.
Después de que el gesto de raparse la cabeza para donar el pelo para la realización de pelucas de pacientes oncológicos se haga público, la pareja recibió muchísimos mensajes. “Me escribieron 3.000 personas, muchos que no conozco, deseándome suerte, dándome ánimos, diciéndome que sea fuerte”, apuntó Agustina.
Entre todos estos mensajes, hubo uno que fue una verdadera sorpresa: el de Lucas “El Chino” Martínez Quarta, que le mandó un video deseándole fuerza y diciéndole que iba a rezar por su recuperación. Agustina, fanática de River de toda la vida, dice que el mensaje del jugador fue una sorpresa increíble.
“Me estaban poniendo el suero y yo lloraba, pero cuando me pusieron ese video sentí que ya no me dolía nada”, contó al joven.
Se advierte que fueron días muy cargados, de emociones de todo tipo para Agustina, pero nunca perdió la fortaleza, ni dejó de sentirse contenida. “Al entrar a la operación yo estaba muy nerviosa. A mí me faltan mis dos abuelos, pero los vi, me dijeron ‘Bueno, ya es hora de levantarte’ y me sentí fuerte”.
Ahora, Agustina está instalada temporalmente en la casa de su madre y afirma sentirse “muy feliz de que todo haya salido bien” y revindica su agradecimiento: “amo a mi familia, me contuvieron, me llenaron de regalos, realmente hicieron todo y fueron todo”, dice la joven, que tampoco quiere dejar pasar la oportunidad de agradecer a la peluquería “Nené”, que fue hasta el hospital a cortarle el pelo para las pelucas de pacientes con tratamientos oncológicos.